miércoles, 1 de abril de 2009

Hellblazer de Warren Ellis.

En un tomillo muy majo (10 números por 16 € no está nada mal) Planeta ha tenido a bien recuperar la corta pero polémica etapa de Warren Ellis en la colección de John Constantine, etapa que abarca los números 134 a 143 USA.

Si uno analiza un poco la trayectoria de Warren Ellis como guionista de comics, es curioso constatar cómo tanto en proyectos de creación propia como en trabajos por encargo, siempre que puede introduce a “su propio Constantine”, así lo hizo en su ya lejana etapa en Excalibur donde creó a Pete Wisdom, un cinco (y fumador) agente secreto británico, lo mismo sucedería en su breve (apenas cuatro números) pero intensa saga en Thor, donde de nuevo un cínico (y fumador) en este caso periodista británico investigaba Asgard y sus orígenes, otro tanto tendríamos en Authority donde una cínica (y fumadora) supermujer lidera un grupo de supertipos más que dispuesto a destrozar el status quo y a desafiar al poder (vamos una Constanine con tetas), incluso si miramos a Spider Jerusalen, y a Planetary (sobre todo a medida que avanza la trama), no podemos dejar de ver la enorme influencia que Constantine ejerce en alguno de los principales personajes creados por Ellis, teniendo todo esto en cuenta, lo cierto es que leer el trabajo de Ellis con el personaje original, se antojaba cuando menos como algo interesante.

La etapa de Ellis en Hellblazer se circunscribe a apenas diez números, ya que la polémica desatada por la censura de DC a un número ambientado en una matanza en un instituto, cuando la tragedia de Columbine apenas si acaba de suceder llevo a Ellis a dejar una colección en la que apuntaba muy buenas maneras, de los diez números de Ellis siete están dibujados por el gran John Higgins (el colorista de Watchmen), y 6 forman parte de una misma saga llamada “Atormentado”.

La saga no destaca por su originalidad, ya que ahonda en dos de los temas más veces vistos en la colección: el pasado de Constantine siempre regresa para atormentarle de una forma u otra y la magia es peligrosa y tiene consecuencias, y más si Constantine anda de por medio; así las cosas la trama gira en torno al brutal asesinato de una exnovia de Constantine, asesinato en la que la magia anda de por medio, Constantine, consciente de que es uno de los responsables de haber jodido la vida a la pobre chica, inicia una investigación para descubrir a su asesino y castigarle; como vemos la trama suena a ya leída, pero Ellis demuestra haber nacido para escribir este tipo de personaje y consigue que nos olvidemos de lo demás, Constantine parece más Constantine que nunca, un maldito bastardo que sin embargo no quiere que gente que no lo merece pague por sus errores, tanto la ambientación como los diálogos nos muestran un personaje creíble, inteligente, lleno de recursos y al que pese a recibir una brutal paliza nunca le ves que deje de controlar la situación, a esto contribuye en perfecta armonía el trabajo de Higgins, que juega muy bien con la colocación de las viñetas y los espacios en blanco y que de paso refleja con crudeza las en ocasiones escatológicas descripciones de Ellis.

Finalizada esta saga quedan cuatro números auto conclusivos, destacando el segundo de los cuales que se supone que iba a ser la historia censurada y que iba a contar con lápices de Phil Jimenez, sin embargo termino siendo un número dibujado por el habitual portadista de la colección (Tim Bradstreet) que nos muestra como las leyendas urbanas a veces terminan siendo verdad cuando entra por el medio la magia y la autosugestión, destacar también la presencia del español Javier Pulido en una historia corta de las dos que componen el número 142 USA, o la primera colaboración del argentino Marcelo Frusin (Hellblazer 143 USA) en la colección de la que luego con Mike Carey a los guiones sería dibujante semiregular, una historia que sirve para despedir a Ellis y que nos muestra una vez su gusto por la leyendas urbanas y las conspiraciones, aunque en este caso para reírse de ellas, con un Constantine que no duda en tomar el pelo a un pobre e impresionable periodista que se convierte en un títere en sus manos.

En definitiva, la breve etapa de Ellis con el personaje no pasara a la historia como una de las más importantes del mismo, más que nada por su brevedad en una colección acostumbrada a que el guionista permanezca largo tiempo al frente de la misma, sin embargo si tiene todos los ingredientes necesarios para que se convirtiera en un clásico sobre todo teniendo en cuenta el dominio de Ellis del personaje y su entorno, con lo cual uno no puede dejar de lamentar que algo que prometía tanto al final se quedara solo en eso, en una promesa, eso sí, una promesa muy bien escrita.

4 comentarios:

Etrigan dijo...

A mí me parece lo mejor de Hellblazer junto con los primeros números de Delano y la etapa de Azzarello. Ellis compone toda una antología de lo que debe de ser Constantine, magia realista y crítica social más ese humor canalla británico tan característico de este cínico personaje.

fer1980 dijo...

Bueno, creo que Ellis domina al personaje como pocos, que se sabe mover con él, pero creo que su historia es demasiado convencional, no tan rompedora como la de Ennis en su momento o tan novedosa como la de Delano, creo que si hubiera seguido si hubiese realizado algo grande, así, siendo un magnifico tebeo, se queda (en mi opinión claro), por debajo de Ennis, del comienzo de Delano y de Carey, cuya etapa me encanto (no he leido el de Azzarello, espero con ganas la versión de Pda).

Etrigan dijo...

Estoy de acuerdo con la calidad de todas las etapas que mencionas, pero la de Carey no me gusta nada.

fer1980 dijo...

No se a mi la etapa de Carey me gusto mucho, muy buena caracterización, ideas interesantes...