Miniserie de cuatro números que pone fin a la decepcionante etapa del británico Andy Diggle como escriba del destino del hombre sin miedo y que llega a España de la mano de Panini en un tomo formato 100% Marvel.
Tras todo el desastre que supuso Shadowland, si uno piensa cual ha de ser el siguiente paso con el personaje de cara a rehabilitarlo para que se puedan seguir publicando sus historias, la solución más obvia pasa por alejarlo de su entorno habitual para que, tras buscarse a si mismo se de cuenta de quien es realmente y decida regresar a su vida. Existen más caminos evidentemente, muchos muy complejos y desde luego pueden surgir soluciones sorprendentes que desafíen al lector. Por desgracia no es ese el caso de Daredevil: Reborn.
Diggle, probablemente condicionado por el fin de sus etapa y el relanzamiento del personaje, tomo en Reborn el mismo camino que en Shadowland: el fácil, el obvio, el menos interesante, Esta claro que a estas alturas no era esperable otra dirección, pero no deja de resultar decepcionante y más teniendo en cuenta el acreditado talento del guionista. Aún con todo, Daredevil Reborn, aunque trillado y previsible desde la primera página, resulta una amena lectura y se torna desde luego en lo mejor que el guionista de Los Perdedores ha realizado en Daredevil. A esto ayuda el dibujo de Davide Gianfelice, que salido de sello Vertigo (Northlanders) realiza un trabajo dinámico y expresivo que hacen del cómic una experiencia visualmente interesante.
Personalmente (y al contrario de lo que se dice en la introducción del tomo) encuentro en Reborn muchos más ecos de la miniserie de Miller y Romita Jr., El hombre sin miedo que no de Born Again. Al igual que en aquella nos encontramos con un Murdock alejado de su entorno natural (allí Boston, aquí un pueblo perdido de la América profunda), que gracias a un niño (una niña allí) termina sacando lo que en realidad lleva dentro y comportándose como un héroe. A esto se le añade claro el “no traje” que usa Murdock para enfrentarse a los malos claramente inspirado en el “chandal” que utiliza allí, por no hablar de que en Reborn también repele las balas con su bastón. Tenemos también referencias en aquel extraño Daredevil 219 donde con Miller a los guiones y John Buscema a los lápices se nos narraba una historia en la que Murdock (Daredevil, al igual que aquí y que en su particular año uno no salia en todo el cómic) llegaba a un remoto pueblo perdido de los Estados Unidos donde sacaba a relucir oscuros secretos e imponía la ley. Por último cabria señalar también la etapa de Nocenti y Romita Jr., como referencia ineludible de esta historia. Allí y tras la ordalía a la que Murdock era sometido por María Tifoidea, este decidía alejarse de Nueva York iniciando una etapa de vagabundeo por la América rural que le llevaba a desenterrar muchos esqueletos ocultos en los armarios de lugares en apariencia apacibles.
Todos estos ingredientes hacen que Diggle trace una historia interesante, que incide una vez más en el indómito carácter de Daredevil y que vuelve a señalar que, pese a que intente huir de lo que en es en realidad, nunca podrá hacerlo, sería como negarse a si mismo. En este aspecto Diggle demuestra conocer a Daredevil mucho mejor que su antecesor en los guiones, Ed Brubaker, el cual nunca pareció verlo como un héroe si no más bien como alguien mezquino e indeseable. Esto hace que uno se pregunte que hubiera pasado si el guionista británico hubiese gozado la libertad de sus antecesores pudiendo construir su etapa a su gusto, algo que por desgracia ya nunca sabremos. En fin sea como sea lo cierto es que con todo este Daredevil Reborn cumple de sobra aquello para lo que fue concebido: dejar al personaje listo de cara al enésimo relanzamiento programado desde la Casa sin Ideas. Relanzamiento que con gente como Mark Waid, Paolo Rivera o Marcos Martín implicada tiene muy buena pinta.
2 comentarios:
La verdad es que, tras leer la miniserie, lo primero que se me pasó por la cabeza fue: "Diggle, tío, ya nos decepcionaste bastante con Shadowland y su prólogo, no hacía falta que nos desencantaras más con algo así". A ver, que no es que esté del todo mal, pero a veces algo anodino puede llegar a ser más desesperante que algo malo pero abiertamente arriesgado. Es que, joder, parece que DD no dé para más y no es el caso.
Al final todo ha sido muy decepcionante, pero realmente pienso que ha tenido más que ver con que Marvel haya metido mano que con Diggle, que ha demostrado ser un buen guionista.
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