El final de Civil War trajo bastantes consecuencias al Universo Marvel no siendo la menos destacable el radical cambio de los Thunderbolts que tras caer en manos del prolífico, irregular pero muchas veces genial Warren Ellis fueron sometidos a algo más que un mero lavado de cara.
Creados a finales de los 90 por Kurt Busiek y Mark Bagley los Thunderbolts supusieron a mediados/finales de los 90 una autentica revolución, con los héroes (4F y Vengadores básicamente) presuntamente muertos a manos de Onslaught, los Thunderbolts, salidos casi de la nada, se tornaron en los nuevos héroes del pueblo, una breves apariciones aquí y allí y el primer número de su serie regular bastaron para que así fuera…hasta que Busiek en una de las sorpresas más espectaculares y bien llevadas de la historia de Marvel, desvelo en la última página de ese número uno, que los Thunderbolts eran en realidad los Amos del Mal del Barón Zemo haciéndose pasar por héroes para conquistar el mundo.
La sorpresa, monumental dio paso a 12 magníficos números, donde la trama se fue complicando, hasta que por fin el regreso de los héroes acabo con la mascarada de los Thunderbolts, esto que podía haber sido el final del concepto, fue aprovechado por Busiek para dar la vuelta a la serie, y es que gran parte de los miembros del equipo le habían cogido el gustillo a esto de ser héroes, y así el comic tras unos pocos números de desconcierto empezó a girar en torno al concepto de redención, objetivo este para el que los Thunderbolts contarían con la inestimable ayuda de otro exvillano redimido, el vengador Ojo de Halcón.
La marcha de Busiek provoco la llegada de Fabián Nicieza, quien no solo mantuvo el nivel sino que incluso fue más allá, jugando con la ambigüedad de sus personajes, sin embargo la calidad de la serie no se vio respaldada por unas solidas ventas, lo que provoco que tras un experimento en el que se mantuvo el nombre de la serie, pero se cambiaron concepto y personajes, esta fuera cancelada en el año 2003.
En estas y apenas un año después el concepto fue relanzado en una serie limitada Vengadores/Thunderbolts, donde Busiek retomaba el grupo y (pese a contradecir o poner en cuestión al menos parte de trabajo de Nicieza) lo dejaba en primera línea para su relanzamiento, lo que se produjo poco después de la manos de (again) Nicieza a los guiones y Tom Grummet a los lápices.
Y aquí empezaron los problemas, y es que si el bien el trabajo del guionista fue más que notable en su primera etapa en la serie, en esta segunda, pronto todo empezó a girar en torno a lo mismo, la redención, lo cual está muy bien, pero sin duda llega ser cansino, los Thunderbolts, pasaron de ser innovadores y distintos (pese a algunos números interesantes) a volverse repetitivos, y esto a la larga solo equivalía al suicidio comercial, debido a que no estamos precisamente ante personajes que vendan de por si como podría ser el caso de Spiderman o los X-Men.
Así y aprovechando la coyuntura que trajo la Civil War, Marvel decidió renovar por completo el concepto, y es que Civil War significo (entre otras cosas) que los héroes que se negaran a registrarse serían encerrados en una especie de Guantánamo sin derecho a abogado o a juicio hasta que cambiasen de idea, mientras que a los villanos se les ofrecía la oportunidad de trabajar para el gobierno durante un tiempo a cambio de un montón de pasta, el perdón de sus delitos y un billete solo de ida para marcharse de los USA, y claro aprovechando que los Thunderbolts ya existían se decidió usar su estructura para montar el tinglado, así desde su base en Colorado y dirigidos por Normam Osborn, los Thuderbolts (compuestos además de por los clásicos Piedra Lunar, Pájaro Cantor, el Hombre Radiactivo y el Espadachin, contarían con las incorporaciones de Peniencia, Veneno y un oculto Bullseye, por cierto, ¿por qué se tapa la presencia de Bullseye y no la de Veneno?), se encargaría de perseguir y detener a aquellos héroes que todavía libres, se negaban a registrase.
El concepto, parido desde la misma editorial, fue a parar a manos del genial Warren Ellis, un guionista capaz de maravillas como Planetary o Trasmetropolitan y decepciones como la trilogía Ultimate o su etapa en los Ultimate 4F, y Mike Deonato Jr. un dibujante tan limitado como espectacular, que gracias a su juego de claro oscuros y sobre todo a la labor del colorista es capaz de tapar gran parte de sus múltiples defectos a la vez que potencia sus escasas virtudes.
Planteado así el tema, estos Nuevos Thunderbolts (o mejor dicho Nuevos Nuevos Thunderbolts, porque en su relanzamiento ya recibieron el adjetivo de Nuevos), presentan sobre todo dos grandes problemas, primero a nivel de caracterización de personajes, que aunque bien llevada por Ellis, que realiza un trabajo competente y profesional, tiene el hándicap de que ignora gran parte de la evolución que los personajes han tenido a lo la largo de sus más de cien números, siendo especialmente grave el caso de Piedra Lunar, que de repente y casi porque si vuelve a ser una zorra implacable y manipuladora, el segundo problema se centra en que la presencia en el grupo de gente como Osborn, Bullseye o Veneno, limita su aparición como villanos en el Universo Marvel, y es en unos personajes cuya apariciones deberían ser escasas pero “gloriosas”, se tornan en peligroso, ya que así se convierten casi en protagonistas de una serie regular, corriendo el riesgo de vulgarizarlos por sobreexposición.
Dejando esto de lado, y entrando en los 12 números que componen la etapa en sí, lo cierto es que si algo se puede decir de estos números es que son divertidos y entretenidos a rabiar, destacando en especial Norman Osborn al que Ellis retrata de manera sublime y que pronto se torna en el personaje estrella de la serie, serie que como viene siendo común en estos días se estructura en dos grandes arcos argumentales de seis números cada uno, el primero de los cuales nos muestra las activadas de los Thunderbolts como “matahéroes”, capturando a diversos héroes antiregistro (salidos sobre todo de secundarios del Capitán América y de Spiderman), con métodos más que expeditivos y donde Ellis juega bien sus cartas mostrándonos unos personajes comprometidos y decididamente heroicos, a los que solo les espera un destino bastante cruel, y un segundo arco donde una serie de héroes con poderes psíquicos se deja captura para tratar de enloquecer a los Thunderbolts y destruirlos desde dentro, destacando aquí la presencian de Doc Samson al que Ellis da un tratamiento ejemplar.
Acción a raudales, violencia extrema (sobre todo por parte de “caníbal” Veneno y Bullseye), manipulaciones y contra manipulaciones, desconfianza a flor de piel, todo esto y algo más (no mucho tampoco que el decompressive no da para tanto), podemos encontrarnos en las páginas de unos Thunderbolts que si bien, están lejos muy lejos de su esencia, reciben un meneo que sin duda necesitaban, en fin uno de los comics más entretenidos publicados por Panini el año pasado, lo cual no está nada mal.
A mí me encantan los Thunderbolts de Kurt Busiek y Nicieza. Pero lo cierto es que éste último acabó siendo enormemente aburrido, tenía buenas ideas y elaboró argumentos bastante buenos, sobre todo alrededor de Zemo. Pero aún así, era farragoso, no conseguía enganchar y al final Zemo era el único personaje realmente interesante, parecía que se seguía la serie sólo por él.
ResponderEliminarCuando anunciaron los Thunderbolts de Ellis y Deodato Jr. temblé. No confiaba en Ellis, y no sería sin motivos, pues la trilogía del Galactus Ultimate me pareció espantosa y sabía que ese hombre en colecciones más comerciales no atinaba mucho o al menos no tanto como en proyectos más personales.
No obstante, me llevé toda una sorpresa con sus Thunderbolts y hoy en día sus doce números me parecen geniales. Un divertimiento seguro garantizado, una salvajada realizada con gracia y un mínimo de coherencia aceptable, manejando a villanos que necesitaban brillar como lo han hecho en manos de Ellis. Su Norman Osborn y su Bullseye me parecen de lo mejor, especialmente el primero, que nunca me ha parecido más auténtico.
En fin, que hasta me gusta más que Nextwave, una serie a la que nunca le he pillado la gracia, sinceramente.
Por cierto, ¿me permites un poco de SPAM? Es que quiero comentarte que he reescrito mi contrarréplica de DK2 para convertirla en un artículo y la he subido en mi blog. Por si querías leerla. Hasta le he hecho publicidad a tu artículo.
ResponderEliminarAhí va la dire: http://laalternativa2.blogspot.com/2009/01/contrarrplica-dark-knight-2.html
Si te parece mal este mensaje, puedes borrarlo.
Si, a mi también me han gustado estos Thunderbolts, pese a los problemillas que menciono, la verdad es que han estado la mar de entretenidos.
ResponderEliminarSobre lo de Dk2, ahora leo tu post.