Coleccionables, ¡qué gran invento!

Llevo unos meses escribiendo por aquí una serie de post titulados (de forma tal vez un tanto pretenciosa, pero oye es mi blog y me lo fo$%&” como quiero, xd), BM: Un homenaje a la mejor línea editorial de la historia de Marvel en España, y claro no quisiera olvidarme de otras iniciativas en la misma línea que las BM y que me han parecido maravillosas, esto es, el Spiderman de Romita y el coleccionable, como el primero demostró ser solo aplicable al trepamuros, del que nunca he sido fan irredento, me centrare en el segundo mucha más “extensible”.

Corría el año 2000 cuando el estreno de X-Men pillo desprevenido a casi todo el mundo, no solo no era una la mala película que tenía toda la pinta de ser, si no que por el contrario era una muy buena y entretenida peli, que se convirtió en un autentico éxito de taquilla, iniciando la moda de las pelis de supertipos (Blade fue un éxito más limitado), y de paso la moda de los coleccionables, que desgraciadamente parece estar pasando a mejor vida.

A.M. Viturtia, por entonces lejos de ser el apóstol de los BoM y las Novelas Gráficas que parece ser hoy, apostaba decididamente por los comics populares, y por llegar a cuanta más gente mejor, en este contexto y con el apoyo de un gigante del tamaño de PDA, Viturtia se lío la manta a la cabeza y decidió lanzar un coleccionable de los X-Men, serian cuarenta y cinco entregas semanales que por 500 pesetas ofrecían 80 páginas de la etapa más mítica y definitoria de los mutantes, desde el Giant Size 1, hasta la Caída de los Mutantes.

La edición dejaba que desear (faltaban portadas, se saltaron algunos números, partían episodios), pero el concepto era claro, bueno, barato y aunque no tan bonito si lo suficiente como para que el tema mereciera muy mucho la pena, la cosa debió ser un éxito espectacular por que pronto la iniciativa se multiplico (y mejoro), así cada estreno de una peli Marvel iba acompañado de su correspondiente coleccionable (¡y menudos coleccionables, el Hulk de Peter David, el DD de Miller, el Spiderman de Stern y Romita Jr…!, además con ediciones cada vez más completas, con portadas, artículos etc) e incluso el propio Viturtia reconoció que el número 1 del primer coleccionable de Spiderman había sido el comic que más había vendido en su vida, la cosa iba tan bien que incluso se lanzó un coleccionable si el apoyo de una peli (los 4F de Byrne) aunque no debió funcionar en exceso pues tal situación no se repitió nunca.

Así estaban las cosas, cuando Pda perdió los derechos de Marvel, además los perdió en medio del segundo coleccionable de Spiderman, que de las programadas 60 entregas se quedo en 40, en gran parte debido a que la editorial retraso su salida hasta septiembre, fecha en la que este tipo de publicaciones inundan los quioscos, pero que en este caso impidió completar lo prometido, sea como sea Panini llego, y lejos de dejar atrás los coleccionables saco uno con el estreno de los 4F, la pésima elección de materiales, sin duda condiciono el fracaso del producto, fracaso reconocido por la propia editorial, aún así Panini saco todavía dos coleccionables, uno de X-Men, que continuaba el de la Patrulla que saco Pda y que debió arrasar pues se prolongo y esta agotadísimo y otro de Ultimate Spiderman con motivo de Spiderman 3, que no era el que esperaba muchos aficionados que deseaban la continuación de los dos que saco Pda; tras este, y pese al éxito de películas como Iron Man o en menor medida el Motorista Fantasma, Panini ha decido pasar de los coleccionables (aduciendo tonterías como “el gran público no identifica a los 4F con personajes de comic”) repartiendo sus esfuerzos entre la librería especializada y el lujo absurdo e innecesario, dejando atrás una iniciativa maravillosa, que nunca debería perderse.

Mirando un poco a la competencia, los coleccionables han tenido su tiron, puesto que incluso una editorial como Norma, tradicionalmente alérgica al quiosco, lanzo uno de Sin City con motivo del estreno de la peli, Pda por su parte una vez que se hizo con DC, ha lanzado hasta ahora tres coleccionables (obviando lo que no son superhéroes, ya que la editorial se ha puesto las botas en este campo con el comic europeo y clásico), el primero de Batman, inicio una nueva tendencia, con más paginas por número, sin episodios partidos (salvo alguna excepción), más precio y con encuadernación de lujo, por el mismo dinero para suscriptores, la tendencia la seguiría Superman (con entre otras, la etapa Byrne en el personaje), y sería ligeramente modificada con el reciente coleccionable dos de Batman, donde se han doblado las paginas en cada entrega, se ha pasado la periodicidad a quincenal, y se han reducido las entregas de 40 a 20, (lo que viene a ser lo mismo, antes eran 40 entregas semanales de unas 90 páginas, ahora 20 quincenales de una 180).

En fin si las BM eran el instrumento ideal para publicar los comics más clásico, de manera rápida y económica, los coleccionables han demostrado ser el mecanismo ideal para publicar de manera rápida y económica etapas más recientes, la clave como siempre, comics populares a precios populares, este es el espíritu de los coleccionables y este debería ser el espíritu de (casi) todo lo relacionado con el comic de superhéroes, así que hoy para finalizar y sin que sirva de precedente cambio mi grito de guerra por un ¡A MI DADME COLECCIONABLES!