Hace tiempo que tenía pendiente la lectura de este comic, pero entre unas cosas y otras parecía que iba a ser uno de esos comics de “algún día tengo que pillarlo”, para luego no pillarlo nunca, sin embargo aprovechando que hace poco Pda lo redistribuyo (¡vivan las redistribuciones!) por fin me hice con los seis números dobles que componen la miniserie, y aprovechando el tiempo que tuve en vacaciones, por fin pude leérmelos de un tirón.
Todo empezó en Action Comics 775, en plena “moda Authority”, Joe Kelly se torno en un hombre con una misión, en una era en la que la desnaturalización del superhéroe estaba en boga, y en la que los héroes de toda la vida parecían tornarse en aburridos frente a los nuevos héroes muchos más audaces, moralmente cuestionables y sobre todo violentos mucho más violentos, Superman se antojaba como el ejemplo supremo de héroe supuestamente “aburrido”, eterno boyscaout, preocupado para salvar la vida a los “chicos malos” (que tampoco eran realmente los verdaderos malos, esos a los que se enfrentaba Authority), siendo siempre reactivo, y defensor del status quo, Superman era el símbolo de todos aquellos héroes clásicos que ya parecían superados, esto que en cierta medida ya había pasado a principios de los 90 contaba ahora con la diferencia de que Authority era un buen comic, bien escrito y bien dibujado, su éxito más allá de su espectacularidad (que la tenía y mucha) se debía a su calidad, lo cual sin duda podía resultar más “preocupante” para los héroes de todas la vida, que la moda noventera, moda que se fue tan rápido como vino ante lo vacuo de sus discurso.
Decíamos que Joe Kelly era un hombre con una misión, y no hay hombre más peligroso que ese, decidido a demostrar la validez de los héroes de toda la vida, en Action Comics 775 busco un enfrentamiento entre Superman y una suerte de Authority venida a menos, liderados por un supuestamente carismático Manchester Black, pero claro cuando un hombre tiene una misión y quiere demostrar algo que ya de por si considera obvio no puede dejar que al realidad estropee su discurso y por eso la Elite (nombre del grupillo en cuestión), se parecía mucho en forma a Authority, pero nada en fondo, ya que mientras los héroes de Wildstorn son ante todo héroes, con sus mezquindades errores y demás, pero héroes que se preocupan por la gente, la Elite de Kelly era un grupo de maniacos a los que “los daños colaterales” causados por sus acciones no podían importarles menos, claro para demostrar que Superman mola y garantizar sus supuesta superioridad moral no es lo mismo enfrentarlo a unos héroes de tomo y lomo, solo que mucho más expeditivos y dispuestos a alterar el status quo, que hacerlo a unos asesinos descuidados que pretenden ejercer de héroes, no vaya a ser que por el camino la idea que se defiende no se sostenga por ningún lado, así que en estas Superman se enfrenta a la Elite, demuestra su estupidez intrínseca y deja a un Manchester llorando e impotente que ante su innata inferioridad no puede más que suicidarse (Superman no mata, pero claro como en las películas de Disney el malo debe morir).
Tan lamentable comic alcanzó sin embargo prestigio y popularidad e hizo que mucha gente dijese “si, Superman mola”, como si el que el personaje tuviera 70 años de vida y siguiera al pie del cañon no fuera prueba suficiente de que “mola”, pero de paso ocurrió otra cosa tal vez inesperada, le gente quería saber de la Elite, el grupo había llamado la atención, esto, que es un claro ejemplo de tiro salido por la culata, llevo a Kelly a rechazar tal posibilidad alegando que ya había grupos así y que no hacía falta uno nuevo, sin embargo ante la insistencia público y editores, Kelly termino cediendo y preparo el regreso de la Elite.
Tal acontecimiento se produjo en JLA 100, donde de nuevo con Doug Mahnke (cuyo estilo sucio, pero bueno narrativamente era más que adecuado para lo que se quería contar), Kelly retomo el concepto, aunque eso si, para no contradecirse a si mismo, suavizándolo en extremo y mostrando un grupo arrepentido y dispuesto a redimirse, liderados en esta ocasión por Vera Black, hermana de Manchester y dispuesta a redimir los pecados de su hermano, el comic acabo con la propuesta de crear una suerte de JLA clandestina que se mostrase proactiva en lugar de reactiva, y que operase en las sombras con al ayuda de diversas agencias de inteligencia, pese a los recelos de varios miembros de la JLA el proyecto salió adelante, incorporándose a la Elite, gente como Green Arrow o Flash (que uno no sabe muy bien que pinta aquí, por que si bien Ollie tiene un cierto grado de ambigüedad, Flash es un héroe de tomo y lomo, pero vaya, será por aquello del contraste).
Así por fin llegamos a JLA: Elite, maxiserie de 12 números que Pda público en seis grapas dobles en nuestro país, los autores como no, serían Joe Kelly y Doug Mahnke, y aunque el origen y motivaciones del grupo recordaban un poco a los Outsiders de Judd Winick, el hecho de llevar lo de JLA en el titulo le daba cierto plus de trascendencia.
Dejando aparte las valoraciones sobre su ciertamente cuestionable origen, lo cierto es que JLA: Elite es un comic de superhéroes entretenido, bien dibujado y que aunque pierde fuelle a mediada que avanza la trama, cuando menos se antoja como una lectura interesante muy superior en todo a la lamentable etapa de Kelly al frente de la colección regular de la JLA.
La trama se inicia con la misión de la Elite de infiltrarse en un grupo de supuestos villanos que pretenden derribar una cruel dictadura en algún lugar dejado de la mano de DISO, aunque la cosa va más o menos bien el tema se complica cuando uno de lo miembros de la Elite se carga a sangre fría al dictador, de esta forma el descubrir quien es el asesino se convierte en uno de los motores de la historia, una historia tal vez algo ingenua (presentarse en el mundo del espionaje, el contraespionaje y demás, manteniendo las manos limpias de sangre, se antoja como algo cuando menos complejo), pero escrita con pulso, en la que destaca sobre todo la dinámica de un grupo que ya desde el principio parece destinado al fracaso, la historia tiene como protagonista central a Vera Black que trata en todo momento de enterrar el recuerdo y el legado de su hermano sin conseguirlo, ya que el retorno (bueno más o menos) de Manchester, será uno de los puntos fuertes del comic.
En fin espionaje, contra espionaje, moralidad ambigua (el conservador Kelly, no deja de aprovechar la ocasión para dejar a Green Arrow -héroe izquierdista por excelencia, o todo lo izquierdista que se puede ser en los USA vaya- a la altura del betún), relaciones personales o sacrificios heroicos, son alguno de los temas que nos podemos encontrar en un comic como ya digo interesante, aunque algo deficitario en lo que a su conclusión se refiere demasiado tópica tal ves, un comic pues recomendable ya que permite encontrar una historia distinta a la que uno normalmente espera ver asociadla nombre de la JLA.
Pues eso, un cómic entretenido y diferente donde, por enésima vez, Kelly se pisa sus cordones.
ResponderEliminarLo de Flash es incomprensible, quizás esta ahí como espía del núcelo duro y conservador de la JLA pero Kelly no hace caso de eso.
Si eso es, por lo menos es diferente, un enfoque interesante y poco común, lo malo es eso, Kelly no termina de manejarlo del todo bien.
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