miércoles, 17 de agosto de 2011

DC mis etapas preferidas II.

Segundo y último post dedicado repasar alguna de las etapas que más me han gustado de DC, en este caso centrado en la JLA y en Flash las otras dos grandes colecciones de las que he leído lo suficiente como para poder tener una visión más global, porque claro, cosas como la Wonder Woman de Pérez o la JSA de Johns están muy bien, pero apenas si he leído más etapas de esas colecciones como para poder tener una visión de conjunto.


JLA: Habiendo leído la inmensa mayoría del material post-Crisis y algo, aunque poco del material pre-Crisis, la JLA es, después de Batman la colección DC de la que he leído más cómics. Con todo, y aunque hay otras etapas llamativas, como el inicio de la de Mark Waid con Bryan Hitch o algunas ideas de Joe Kelly sobre todo con Doug Mahnke, me quedo claramente con dos etapas absolutamente contrapuestas.

Por un lado la JLA de Grant Morrison, uno de los cómics más influyentes en su momento, ya que su concepto llevado al extremo traería The Autorithy sin duda la serie clave en el género superheroico de comienzos del siglo XXI. La JLA de Morrison es ante todo la quintaesencia de lo que se supone que ha de ser la JLA: los mejores superhéroes de la Tierra salvando el Universo de amenazas cada vez más gigantescas, bajo este prisma resulta curioso como Morrison capaz de hacer cómic de autor en series como Batman o X-Men, en la JLA decidió ir a las raíces del grupo más poderoso del Universo DC y narrara historias icónicas con los personajes tal vez más icónicos del género. Siendo Morrison como es, la cosa pese a no ser tan sorprendente, ni tan estimulante como otras de sus obras mainstream si supuso un autentico impacto en su momento rescatando al grupo de la mediocridad absoluta en la que llevaba demasiado tiempo metido. El problema tal vez estribe en que Morrison no tuvo demasiado apoyo en el dibujo, con un mediocre Howard Potter a los lápices.

La otra gran etapa del grupo es sin duda la de Giffen y DeMatties (y un sin fin de dibujantes donde destacan Kevin Maguire o Bart Sears), que no pudiendo contar con los primeros espadas de la casa, crearon una etapa mítica marcada por el humor y el sentido de la maravilla y que a su manera llevaron tan lejos a los superhéroes como Watchmen y DK. Si aquellas aportaron gravedad y adultez al género, la JLA/JLE/JLI mostró cuan lejos podía llegar este en un sentido totalmente opuesto sin llegar a caer en la parodia. Acusados en su momento de traicionar el espíritu de la JLA y de reírse del grupo más importante de DC, el tiempo ha puesto las cosas en su sitio y hoy esta etapa es una de las más recordadas y revindicadas ya no solo de la JLA o de DC, si no de todo el género. Desenfadada, extremadamente divertida, culebronesca hasta la adicción y con personajes tan entrañables como perdedores sin llegar a caer nunca en el patetismo, la JLA de Giffen y DeMatties es sin duda uno de los cómics más interesantes que han dado los superhéroes.

Así las cosas si tuviera que escoger entre estas etapas, sin duda me quedaría con la de Giffen y DeMatties, y es que aún siendo la de Morrison magnifica, y mucho más representativa de lo que se supone es la JLA, pocas veces he disfrutado tanto leyendo un cómic como con la JLA/JLE/JLI.


Flash: Siendo claros mi Flash es el hoy casi despreciado Wally West, un personaje que creció a la sombra del mítico Barry Allen (que sacrifico su vida para salvar el universo, ¡supera eso!), para ganarse poco a poco el derecho a ser considerado el autentico Flash, llegando a superar a su mentor y personificando como nadie el tan traído y llevado concepto de legado en el Universo DC. Por eso me ha resultado tan molesto que más de 20 años después de su muerte, (una muerte gloriosa, repito), se haya traído de nuevo a Barry Allen y se le muestre como el autentico Flash, del que nace la fuerza de la velocidad mientras que se ningunea a Wally.

En fin entrando en el tema, en Flash al igual que en la JLA hay también dos etapas míticas que se sitúan claramente por encima del resto, la primera es el Flash de Waid, acompañado de muchos dibujantes (varios españoles como Carlos Pacheco, Oscar Jiménez o Salvador Larroca) a lo largo de casi 100 números, Waid asentó a Wally como Flash, amplio la compresión de sus poderes e hizo crecer tanto al personaje, que dejo atrás su eterna inmadurez, como a su entorno más cercano.

La otra gran etapa es la de Geoff Johns, sobre todo con Scott Kolins como pareja de baile, su etapa, también larga (más de 60 números), se centro en dos frentes, por un lado la ciudad, Keystone City que se convirtió en un personaje más de la serie y a la que doto de una clara personalidad marcada por su carácter obrero como motor industrial de los USA. Por otro lado estaban los villanos de Flash, a los que doto de una fuerza y respetabilidad que hasta entonces apenas si habían tenido, creando de paso uno de los villanos más terribles y trágicos de los últimos años: el nuevo Zoom, cuya puesta en escena en el mítico número 200 de la serie regular.

De nuevo si tuviera que elegir entre estas dos magnificas etapas, me quedaría con la de Johns, y es que si bien es cierto que su trabajo no podría existir sin la labor de Waid, su desarrollo del personaje, poderes y entorno, el trabajo de Johns, en la que a día de hoy me sigue pareciendo su mejor obra con diferencia, tiene mucha más fuerza y épica, algo a lo que nos tiene poco acostumbrados el de Detroit, pero que aquí demuestra que sabe como hacerlo.

2 comentarios:

Madrox dijo...

Yo también me quedo con la etapa de Johns, pero con la de Johns/Kolins. Cuando Kolins dejó la serie, creo que esta sufrió un bajón. Vamos, todo el material recopilado por Planeta en su tochal. Eso sí es un tomo que vale su peso en oro.

Fer1980 dijo...

Esa etapa es sin duda la mejor, es cierto que Johns luego bajo el nivel, pero al final consiguio recuperarse y la última saga me parece notable.