domingo, 18 de enero de 2015

Mis series de 2014.

Culmino el repaso de lo mejor que ha dado el 2014 en lo que a ocio se refiere con el top de las series que más me han gustado del año.


5.- Utopia: Miniserie del Channel 4 británico (los de Black Mirror), Utopía fue una de las series más desconcertantes a la par que fascinantes de 2013. Basada en la existencia de un cómic (Los Experimentos de Utopía) que encierra tras de si una compleja conspiración, su peculiar paleta de colores (saturada de claridad con especial presencia del amarillo) y su puesta en escena le daba un empaque visual diferente, lo que unido a su despiadada violencia y a su incorrección política hizo de Utopia una delas series más interesantes de ese año. Llegado 2014, la segunda temporada, de nuevo de solo 6 episodios, reinventa desde un punto de vista visual la serie (la paleta de colores es mucho más fría con predominio del azul) pero mantiene su violencia e incorrección a la vez que ahonda en la conspiración sobre la que gira toda la serie. Menos compleja que la primera (donde al final termina quedando clara la base y objetivos de la conspiración) y más centrada en los personajes, Utopia sigue siendo igual de dura y fascinante dejando con ganas de más.


4.- Boardwalk Empire: La excepcional serie de Martin Scorsese y Terence Winter alcanzaba este año su final con un esplendida y corta (solo 8 episodios) quinta temporada. El que esta no sea su mejor temporada demuestra el enorme nivel de una serie que uno no puede dejar de pensar que ha pasado algo desapercibida entre la inmensa cantidad de series de calidad actuales. Contada en tres tiempos narrativos, la quinta temporada narra a modo de flashback los pauperrimos inicios de Nucky Thompson y su paulatino ascenso al poder a la par que nos muestra como su mundo se va desmoronando. El final, excelente, deja un sabor amargo, pero permite completar una serie maravillosa que ha de figurar por méritos propios entre las grandes no solo de la HBO si no de las series en general.


3.- Juego de Tronos: Adaptando libremente gran parte del mejor libro de la saga hasta ahora (Tormenta de Espadas) no es de extrañar que esta temporada, Juego de Tronos haya brillado con especial fuerza. Desde su impactante inicio hasta su sangriento final, la serie ha sabido captar el tono e intención de Martin y aún pese a los cambios introducidos mantiene la fuerza y el interés de la propuesta original. Con un aparatare técnico de primer nivel, las complejas conspiraciones políticas del libro encuentran adecuada respuesta en una pequeña pantalla que hace ya tiempo que demuestra que puede ser grande. Queda por ver como conseguirán sacar adelante un libro más de transición como Festín de Cuervos, pero de momento esta cuarta temporada ha sido magnifica.


2.- Fargo: Captando el espíritu e intenciones de la excepcional película de los hermanos Coen, Fargo ha sido una de las series del año. La miserias humanas y los personajes tan estúpidos como extremos que nos mostraron los Coen en la gran pantalla encuentran sus reflejo en una serie trufada de grandes interpretaciones y que además sabe conectar de manera inteligente y sutil con su referente espiritual.



1.- Sons of Anarchy: La cualidad shakesperiana de Sons of Anarchy se vuelve más evidente que nunca en esta última temporada. Traiciones familiares, dobles juegos, la tragedia en definitiva, que como un destino ineludible se dibuja en el camino, alcanzara una resolución final que se antoja como la única posible, tras los acontecimientos de la anterior (y también sobresaliente) temporada. Ineludible si, pero que no por ello menos impactante. Sons of Anarchy una de las grandes olvidadas por los premios allende los mares demuestra no necesitarlos para tornarse como una de la series más interesantes e importantes de esta actual edad de oro de la ficción televisiva.

sábado, 10 de enero de 2015

Un 2014 de cine.

Potente año cinematográfico el recién concluido. Muchas y muy buenas han sido las propuestas que han llegado a la gran pantalla y aunque no he terminado viendo todo lo que quería ver si que he visto mucho. De todo ello estas son las cinco que más me han gustado.


5.- Capitán América 2: El Soldado de Inverno.- Hasta este año, practicante la totalidad de la películas marvel excepto Los Vengadores parecían más una suerte de capitulo piloto o mero entremés en espera de la llegada del plato fuerte (los ya mentados Vengadores). Películas siempre bien hechas, más o menos entretenidas pero en general escasamente ambiciosas y con muy poca personalidad y repercusiones. Capitán América 2 ha cambiado todo esto, bien hecha si, entretenida también, pero ambiciosa y con enormes repercusiones en el universo marvel cinematográfico. La película de los hermanos Russo marca un antes y un después en un universo cinemático en el que no todo deberá estar ya en función de Los Vengadores y sus secuelas.


4.- La isla mínima.- Años 80, con la democracia recién estrenada dos policías contrapuestos habrá de investiga en la marismas del Guadalquivir la desaparición de dos jóvenes en extrañas circunstancias. Con este argumento, en apariencia tan manido (mezcla de thriller y buddy movie) el director Albero Rodríguez construye una película sostenida por el excepcional trabajo de Raúl Arevalo y (sobre todo) Javier Gutierrez, en el que la podredumbre moral y casi física del entorno se extiende por una sociedad que tiene demasiados esqueletos en el armario. Tensa, dura y directa, La isla mínima es la enésima muestra del que el cine español si quiere, puede.


3.- Boyhood (Momentos de una vida).- Ya solo por lo que tiene de experiencia cinematográfica, la película de Richard Linklater merece la pena, (rodada a lo largo de 12 años, creciendo así a la par que los personajes) pero más allá de eso, la grandeza de Boyhood es que sabe trasmitir, desde su primer fotograma eso tan difícil de captar en el cine que es la vida. A la par que los distintos personajes de la película crecen, el espectador crece con ellos, siente sus alegrías y sus penas, asistiendo a una de esas obras cinematográficas que consigue que salgas con una sonrisa del cine, sitiéndote mejor, algo que en los tiempos que corren siempre es de agradecer.


2.- Perdida.- Fincher dirige con maestría y solidez, alejado cada vez más de sus antiguas pirotecnias visuales, esta despiadada sátira de nuestra sociedad que jugando con un argumento propia de telefilme de sobremesa de antena 3, consigue poner el dedo en la llaga tanto del tipo de periodismo que tenemos en nuestra sociedad (solo hay que ver las noticias de los últimos días con los telediarios cebándose en mostrar una y otra vez el asesinato a sangre fría de un policía), como de la relaciones de pareja y los mundos ficticios que en muchas ocasiones se construyen en torno a ellas. La película consigue además mantener en tensión al espectador en todo momento mientras juega con sus expectativas y cuenta con uno de los personajes más fascinantes y temibles de los últimos tiempos, Amy Dunne interpretada magistralmente por Rosamund Pike.


1.- El lobo de Wall Street.- Excesiva en todos sus aspectos, El lobo de Wall Street, al igual que Perdida en cierto sentido, nos muestra aspectos de nuestro mundo que no queremos ver, pero que están allí, a la par que señala la verdadera cara y talante de los responsables de la brutal crisis económica que todavía padecemos. Scorsese aquí se aleja sin embargo de la sobriedad de la película de Fincher y recupera su tradicional estilo nervioso y dinámico a mayor gloria de un DiCaprio que devora la pantalla. El lobo de Wall Street serie una excelente comedia, si no fuera por que lo que cuenta es demasiado real y expone a la claras el funcionamiento podrido hasta al médula del sistema que rige nuestra vidas. Sin embargo tiene el inmenso acierto (al contrario de lo que pasa con otras películas de Scorsese, pienso en Infiltrados) de no juzgar, se limita a enseñar un mundo de opulencia y podredumbre y deja que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones.

sábado, 3 de enero de 2015

“Mis comis” de 2014.

Un año más voy con mis preferencias de las novedades del año. Este 2014 ha sido muy interesante tanto en novedades como en reediciones y todo apunta a que el 2015 seguirá el mismo camino. Como el año pasado, este haré solo el top cinco en lugar del antaño habitual top diez.


5.- Locke & Key de Joe Hill y Gabriel Rodríguez (Panini/IdwPublishing): La historia de fantasía y horror que ha tanto ha dado que hablar y tantos premios ha obtenido llegaba a mediados de año a su gran final. Un final a la altura de una historia disfrutable a muchos niveles (misterio, horror, relaciones familiares, legados malditos, mentiras y secretos...) y donde la evolución gráfica de Rodríguez ha sido espectacular. El panorama del cómic mainstream americano ha cambiado mucho en los últimos años y Locke & Key se ha convertido en uno de los emblemas de un cambio que muestra que hay mucho más que superhéroes en el cómic comercial de allende los mares.


4.- Fear Agent de Rick Remender, Tony Moore y Jerome Opeña. (Norma/Image Comics): Dentro del cambio en el mainstream americano al que nos referíamos antes, Image Comics se ha convertido en la cabeza más visible del mismo. Este Fear Agent es un claro ejemplo de ello, el cómic nos narra las andanzas de Health Huston un alcohólico, malencarado y depresivo exterminador de plagas especiales que con un oscuro pasado que le atormenta ve ahora la oportunidad de arreglar los errores del mismo. Tomando elementos clásicos de la ciencia ficción (invasiones especiales, viajes en el tiempo, variopintas razas extraterrestres...), Remender, Moore y Opeña trazan un relato, divertido y triste por momentos, con un personaje carismático y una historia que no por clásica resulta menos interesante.


3.- Battling Boy de Paul Pope y Hillary Sycamore (Random House/DeFirst Second): En un mundo asediado por terrible monstruos que acaba de perder a su mayor héroe, Battling Boy hijo de los dioses aparece como salvador y esperanza de un mañana mejor. El que Battilng Boy sea apenas un adolescente, que no sabe realmente lo que esta haciendo y que haya acabado en ese mundo contra sus deseos, siguiendo las ordenes de su padre para pasar un peculiar rito de transición hacia la edad adulta, es mejor que no lo sepan sus nuevos protegidos, y menos aún sus enemigos. Paul Pope uno de los mayores talentos del cómic americano de los últimos años traza un relato que pretende recuperar la esencia de una forma de hacer cómics de superhéroes que parece olvidada por Marvel y DC. Cómics dirigidos a los adolescentes que llenan las salas de cine pero que hace tiempo que dejaron atrás a unos personajes creados hace más de 50 años a los que han sustituido, en el mejor de los casos por el manga. Pope apela a esos lectores imitando en forma (y en menor medida en fondo) esa estética y lo hace con una historia rebosante de imaginación que se disfruta de principio a fin y que deja con ganas de más.


2.- The League of Extraordinay Gentlemen: Black Dossier de Alan Moore y Kevin O´Neill (Planeta/Wilsdstorm-DC Comics): Inédito en estos lares por problemas de derechos, este volumen que supone un transición entre el volumen II (todavía mucho más aventurero y de tono más clásico) y el III (mucho más desenfrenado y experimental) se trata de un extraordinaria cómic en el que Moore y O´Neill tratan de unificar toda la ficción universal en un mismo mundo a la vez que presentan al magnifico Orlando y ahondan en el pasado de la liga y sus predecesores. Cargado de mala leche y con el mejor O´Neill hasta la fecha, Black Dossier era desde sus anuncio una de las novedades del año y desde luego no ha defraudado.


1.- Robocop vs Terminator de Frank Miller y Walter Simonson (Aleta/Dark Horse Comics): Juntar a dos autores míticos en uno de los mejores momentos de sus carreras con dos iconos cinematográficos en un tiempo donde estaban muy en boga parecía sin duda una muy buena idea, y los resultados de esta miniserie así lo demostró. Todo esto no ha impedido que el cómic haya estado inédito durante más de 20 años en España. Aleta ha terminado este año por fin con una situación realmente incomprensible y lo ha hecho con una edición más que digna para un material que no necesita lujos innecesarios, solo ganas de pasar un buen rato con dos grandes autores a los que se le nota que lo pasaron muy bien con este cómic.