martes, 25 de febrero de 2014

Historia de un hombre sin miedo especial: El fin de los días.

Recopilado en un único tomo llega a España la serie limitada de 8 números largamente anunciada por B.M Bendis (empezó a sonar al poco de acabar su etapa en al colección allá por 2006) pero que finalmente no pudo concluirse hasta el año pasado.

Principal arquitecto y estandarte de la antigua Casa de las Ideas, su larga etapa en Daredevil sigue siendo a día un o de sus trabajos más reconocidos e importantes. Exaltando sus virtudes (diálogos, noir, planteamientos) y minimizando sus defectos (alargamiento de las tramas, conclusiones, acción) la labor de B.M Bendis en la páginas del hombre sin miedo ademas de reportarle múltiples premios le sirvió para convertirse en el mejor escriba del cuernecitos por lo menos desde los lejanos tiempos de Ann Nocenti. Desde el fin de su etapa Bendis ya tuvo claro que quería jugar con la posibilidad de contar la última historia de Daredevil.

En un mundo como en el del Universo Marvel con ciclos bien delimitados de cambios-back to basics-cambios contar la última historia de un personaje, de cualquier personaje, resulta una quimera, un ejercicio especulativo a modo de what if?, de nula trascendencia en el canon del personaje en cuestión pero relevante y plagada de potencial en lo que a calidad se refiere. No hace falta citar ejemplos bien conocidos por todos para demostrar que algunas de las mejores obras de los Universos Marvel o DC no están en continuidad. Bajo este prisma Marvel lleva años (décadas) editando historias que bajo el concepto de la “La última historia de...” pretenden dejar en manos de profesionales de mayor o menor prestigio el contar una hipotética última historia de algunos de sus más reconocidos iconos. De ahí han salido obra notables como “La última historia de Los Vengadores” de Peter David o Ariel Olivetti, medianías legibles como “X-Men: El Fin” de Chris Claremont y Sean Chen y venenos del calado de “Lobezno: El fin” de Paul Jenknis y Claudio Castelini.

Situar a Daredevil: El fin de los días dentro de alguno de esos tres bloques resulta complicado, por una lado Bendis empieza fuerte, ignorando todo lo que paso después de su etapa (casi como hiciera Frank Miller en Born Again) el guionista de Cleveland nos relata la historia de la muerte de Daredevil y la investigación periodística de Ben Urich en torno a la misma con el fin de desentrañar el misterio que fueron los últimos años de Daredevil, desde que auto proclamado rey de la Cocina del Infierno tomara una decisión sin marcha atrás, hasta que susurra una última palabra a Bullseye cuyo significado sera a priori leitmotiv de la historia. Como suele ser habitual en él Bendis plantea una premisa de partida muy interesante y llena de potencial que engancha al lector y más a medida que Urich va descubriendo cosas nuevas y se va encontrando con personajes del entorno de Murdock que le ayudan a completar el complejo puzzle que fue su vida. Bendis narra un mundo oscuro, sucio muy propio del noir más puro tan querido al guionista de Alias, un mundo donde los héroes han perdido, se ocultan o son meros reclamos publicitarios. Un mundo gobernado por un heredero de Osborn y donde La Mano ha sido reconocida como una religión legitima, un mundo en definitiva donde gente como Daredevil ha de luchar más que nunca en al sombra para dar esperanzas a una población cada vez más cínica y desesperanzada

Bendis cuenta para ello con artistas importantes en al trayectoria del hombre sin miedo: Klaus Janson, cuyo trazo fesita tal vez no sea muy atractivo pero que sin embargo le va como anillo al dedo a la historia (aunque no puede dejar de pensar que la cosa hubiera mejorado mucho con Alex Maleev al frente de los lápices y no solo dibujando una página suelta), Bill Sienkiewicz fiscalizador de los lápices de Janson y autor de alguna de las páginas más potentes de la obra, eso si siempre con el piloto automático puesto y David Mack que además de realizar alguna página colabora en el guión con Bendis. Así en conjunto si bien es cierto que la obra no es visualmente llamativa si tiene el tono correcto para lo que se esta queriendo transmitir.

Decía antes que era difícil situar a Daredevil: El fin de los días y es que aunque el planteamiento es poderoso y Bendis juega con conceptos tan interesantes como el legado (más propio de DC, algo que últimamente esta pasando bastante en Marvel solo hay que ver Los Nuevos Vengadores de Hickman) lo cierto es que la conclusión final es como poco decepcionante y deja en irrelevante el motor inicial que lleva a Urich a investigar los últimos años de DD dejando al lector una cierta sensación de tomadura de pelo. Aún y con todo no es menos cierto que hasta que se llega a ese punto la obra se devora más que se lee y uno desea saber más sobres esta versión exacerbada de un Daredevil, que por planes y contramedidas parece más cercano que nunca a Batman. Una obra en definitiva lejos de la calidad del trabajo de Bendis en la serie regular pero que durante gran parte de la misma consigue someter al lector al vértigo de no saber realmente que esta pasando pero tener muchas ganas de averiguarlo.